Historia de Europa

¿Por qué a tantos monarcas europeos se les llamó gobernantes absolutos?

La monarquía absoluta, también llamada absolutismo, es una forma de gobierno en la que una sola persona, el monarca, tiene un poder político ilimitado y no está sujeta a limitaciones legales (excepto quizás por una constitución) y no es responsable ante otras instituciones gubernamentales.

La teoría absolutista surgió por primera vez como ideología real en Francia durante el siglo XVI. El filósofo Louis le Roy describió a Francia como una "monarquía a un solo jefe" y desarrolló una teoría de la realeza que enfatizaba la independencia y soberanía del rey, argumentando que el rey no estaba sujeto a las leyes del reino.

El ejemplo más famoso de monarquía absoluta fue Luis XIV de Francia, que gobernó desde 1643 hasta 1715 y era conocido como el "Rey Sol". Luis XIV creía en el derecho divino de los reyes, que sostenía que los reyes eran elegidos por Dios y sólo respondían ante él. Centralizó el poder en manos de la monarquía y suprimió cualquier oposición o disidencia.

Aunque varias monarquías europeas llamaban a sus monarcas gobernantes absolutos, pocas tenían poder ilimitado sobre sus países o súbditos. Muchos estaban limitados por la ley, los derechos de los nobles y las enseñanzas religiosas que a menudo limitaban su poder, por ejemplo, Inglaterra, España y Suecia.