Historia de Europa

¿Fue el apaciguamiento la política correcta en la Inglaterra de 1938?

El apaciguamiento, la política de hacer concesiones a una potencia agresiva para evitar la guerra, es un tema controvertido en la política británica. Hay fuertes argumentos tanto a favor como en contra de esta política.

Uno de los principales argumentos a favor del apaciguamiento es que es la mejor manera de evitar la guerra. Si un país puede hacer concesiones a una potencia agresiva, puede impedir que ese país ataque. Esto es lo que Gran Bretaña esperaba hacer al apaciguar a Hitler en los años treinta. Al darle a Hitler los Sudetes, Gran Bretaña esperaba impedir que atacara el resto de Checoslovaquia y comenzara una guerra mundial.

Otro argumento a favor del apaciguamiento es que puede dar tiempo a un país para prepararse para la guerra. Si un país sabe que es probable que lo ataquen, puede utilizar el tiempo que gana gracias al apaciguamiento para fortalecer sus fuerzas militares. Esto es lo que hizo Gran Bretaña en los años treinta. Al apaciguar a Hitler, Gran Bretaña ganó tiempo para reconstruir su Royal Air Force y preparar su ejército para la guerra.

Sin embargo, también hay fuertes argumentos en contra del apaciguamiento. Uno de los principales argumentos contra el apaciguamiento es que alienta al agresor. Si un país hace concesiones a una potencia agresiva, es posible que sólo aumente el apetito de conquista del agresor. Esto es lo que pasó con Hitler. Al apaciguar a Hitler, Gran Bretaña sólo lo animó a volverse más agresivo. Luego invadió el resto de Checoslovaquia, Polonia y gran parte de Europa.

Otro argumento en contra del apaciguamiento es que puede generar una falsa sensación de seguridad. Si un país cree que puede apaciguar a un agresor, es posible que no tome las medidas necesarias para prepararse para la guerra. Esto es lo que ocurrió con Gran Bretaña en los años 1930. Al apaciguar a Hitler, Gran Bretaña le dio la impresión de que no defendería si atacaba. Esto llevó a Hitler a creer que podía conquistar Gran Bretaña con poca resistencia.

En conclusión, existen fuertes argumentos tanto a favor como en contra del apaciguamiento. En última instancia, la política es una cuestión de criterio y no hay una respuesta fácil. En el caso de Gran Bretaña, la política de apaciguamiento finalmente no tuvo éxito, ya que no logró evitar la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, es posible que el apaciguamiento tenga éxito en otras circunstancias.