Una de las transformaciones ambientales más impresionantes de los aztecas fue la construcción de terrazas. Estas plataformas planas y escalonadas fueron talladas en las laderas de las colinas para crear más tierra para la agricultura. Al construir terrazas, los aztecas pudieron aumentar la producción de sus cultivos y alimentar a su creciente población. Las terrazas también se utilizaban para recoger y redirigir agua para riego, aumentando la fertilidad de la tierra.
Chinampas:
Las chinampas eran islas artificiales que los aztecas construyeron en lechos de lagos poco profundos. Estos jardines flotantes estaban hechos de capas de material orgánico y barro, y proporcionaban un entorno estable para los cultivos. Las chinampas podían ser irrigadas y fertilizadas fácilmente, y permitieron a los aztecas producir una amplia variedad de cultivos durante todo el año, incluidos maíz, frijoles, calabazas, tomates y chiles.
Acueductos:
Los aztecas construyeron un extenso sistema de acueductos para llevar agua desde las montañas hasta su capital, Tenochtitlán. Estos acueductos estaban hechos de piedra y arcilla y transportaban agua a largas distancias, proporcionando una fuente confiable de agua dulce para los habitantes de la ciudad. Los acueductos también se utilizaron para regular inundaciones, controlar los niveles de agua y crear estanques artificiales para la piscicultura.
Carreteras:
Los aztecas construyeron una extensa red de caminos que conectaban sus ciudades y pueblos. Estos caminos estaban hechos de tierra compactada y piedra y permitían a los aztecas viajar y transportar mercancías de forma rápida y eficiente. Los caminos también jugaron un papel importante en la conquista militar y el comercio.
Calzadas elevadas:
Las calzadas eran caminos que los aztecas construyeron para conectar sus asentamientos continentales con las islas del lago Texcoco. Estas calzadas estaban hechas de tierra y piedra amontonadas y proporcionaban un paso seguro y seco para viajeros y mercancías. Las calzadas también ayudaron a regular los niveles de agua en el lago y proteger a la ciudad de inundaciones.
Gestión forestal:
Los aztecas practicaban una gestión forestal sostenible para asegurar un suministro continuo de madera y otros recursos. Implementaron programas de tala controlada y reforestación, y protegieron ciertas áreas como reservas para la caza y la recolección. Al gestionar cuidadosamente sus bosques, los aztecas mantuvieron el equilibrio ecológico de su entorno.