1. Linaje: Los puestos de liderazgo eran a menudo hereditarios y las familias nobles tenían una influencia significativa. El imperio azteca estaba gobernado por un líder supremo conocido como el tlatoani, que generalmente era seleccionado de la dinastía gobernante de Tenochtitlán, la ciudad capital.
2. Logros militares: La destreza militar era muy valorada en la sociedad azteca, y los guerreros exitosos podían ascender de rango y eventualmente convertirse en líderes. Las victorias militares trajeron prestigio, riqueza e influencia política, lo que aumentó las posibilidades de alcanzar posiciones de liderazgo.
3. Elección: Si bien la herencia desempeñaba un papel importante, los aztecas también practicaban una forma de elección para seleccionar a sus líderes. En el proceso de selección participarían miembros del consejo noble (tlatocan) y funcionarios de alto rango. Considerarían factores como logros militares, habilidades administrativas y cualidades personales al elegir al próximo tlatoani u otros líderes.
4. Requisitos educativos: Se esperaba que los líderes aztecas tuvieran una buena educación y poseyeran un profundo conocimiento de la cultura, la historia y las prácticas religiosas aztecas. Recibieron una amplia educación y formación en diversos campos, incluida la guerra, la política, la economía y las ceremonias religiosas.
5. Rituales y Ceremonias: Antes de asumir sus cargos, los líderes aztecas se sometían a elaborados rituales y ceremonias para legitimar su autoridad y obtener el apoyo de los dioses y el pueblo. Estos rituales implicaban ayuno, derramamiento de sangre y ofrendas a las deidades.
6. Aprobación por la Triple Alianza: El Imperio Azteca fue una triple alianza formada entre las ciudades-estado de Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan. Las decisiones importantes, incluida la selección de líderes, requirieron la consulta y aprobación de las tres ciudades-estado.
Vale la pena señalar que los criterios y procesos exactos para seleccionar a los líderes aztecas podrían variar con el tiempo y pueden haber diferido según circunstancias específicas y períodos históricos.