Para encontrar refugio, la gente de la Antigua Edad de Piedra dependía de elementos naturales como cuevas, refugios rocosos y salientes. Estos proporcionaron protección contra los elementos, incluida la lluvia, el viento y la nieve. Además, es posible que las personas también hayan construido estructuras simples utilizando materiales como madera, hojas y pieles de animales. Estas estructuras, conocidas como cabañas o cobertizos, habrían ofrecido refugio temporal durante las expediciones de caza o recolección.
A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de dónde encontraron refugio las personas en la Edad de Piedra:
* Cuevas:Las cuevas eran uno de los tipos de refugio más comunes para los primeros humanos. Proporcionaban protección natural contra los elementos y podían adaptarse fácilmente para la habitación humana. Se han encontrado cuevas en varias regiones del mundo, incluidas Europa, Asia, África y América.
* Refugios rocosos:Los refugios rocosos son similares a las cuevas, pero están formados por rocas colgantes en lugar de espacios cerrados. Proporcionaban refugio de la lluvia y el viento y también podían utilizarse como campamentos temporales. Se han encontrado refugios rocosos en muchas partes del mundo, incluidas Australia, América del Norte y Europa.
* Voladizos:Los voladizos están formados por acantilados o grandes rocas que sirven de refugio de la lluvia y el viento. A menudo se utilizaban como refugios temporales durante los viajes de caza o recolección. Se han encontrado voladizos en varias partes del mundo, incluidas África, Asia y Europa.
* Chozas:Las chozas eran estructuras simples construidas con materiales como madera, hojas y pieles de animales. Por lo general, eran pequeños y temporales y se utilizaban como refugio durante las expediciones de caza o recolección. Se han encontrado cabañas en muchas partes del mundo, incluidas Europa, Asia, África y América.
La elección del refugio dependía del entorno específico y de los recursos disponibles para la gente de la Antigua Edad de Piedra. Al adaptarse a su entorno y utilizar las características y materiales naturales disponibles, pudieron sobrevivir y prosperar en una variedad de hábitats.