Elżbieta Bośniaczka y Maria (foto:dominio público)
Elżbieta Bośniaczka (alrededor de 1340-1387) - esposa de Ludwik Węgierski, madre de la reina Jadwiga. Elżbieta Bośniaczka era la única hija de Stefan II Kotromanic, ban de Bosnia y Piast, Elżbieta Kujawska, hija de Kazimierz III, príncipe de Gniewkowski. Su madre era pariente y una de las cortesanas de Elżbieta Łokietkówna, reina de Hungría, con quien salió de Polonia y quien la entregó por proscripción en Bosnia. De esta unión nació una hija:Elżbieta. Cuando la niña tenía unos 10 años, Łokietkówna la llevó a su corte. Gracias a esto, recibió una educación completa y adquirió buenos modales, integrándose entre la élite del estado. Cuando murió la primera esposa del rey húngaro, Łokietkówna comenzó a planificar su relación con Isabel, famosa por su extraordinaria belleza. Debido al parentesco de los futuros cónyuges, se necesitaba el consentimiento del Papa, el cual se obtuvo. La boda tuvo lugar en 1353.
El matrimonio de Isabel de Bosnia y Luis de Hungría fue un éxito, pero su papel como reina pasó a un segundo plano. El gobernante no consultaba con ella sobre asuntos de importancia estatal, sino con su madre. La joven reina tuvo que frenar sus ambiciones. Además, su posición no era fuerte debido principalmente al hecho de que en los primeros 17 años de matrimonio logró quedar embarazada sólo una vez. El niño, sin embargo, no sobrevivió. Cuando la esperanza de un heredero al trono se debilitó, la reina volvió a quedar embarazada y en 1370 dio a luz a una hija, Catalina (que murió a la edad de 8 años), y luego a dos niñas más:María y Jadwiga. Al tener sólo hijas, Ludwik comenzó a intentar proporcionarles una corona.
En 1382 Ludwik murió y Elżbieta se convirtió en regente. Colocó a María en el trono húngaro y, tras algunas perturbaciones, se casó con Zygmunt Luxemburg. Mientras tanto, Jadwiga se convirtió en reina de Polonia y se casó con la lituana Jagiełło. Isabel no tenía la experiencia política de su suegra y, al mismo tiempo, era despiadada y audaz. Como resultado, su posición se debilitó cada vez más y ella misma tuvo que lidiar con otros pretendientes al trono húngaro. Con uno de ellos, Carlos III de Durazzo, perdió la pelea. La humillación se completó con la obligatoriedad de su presencia en la coronación del nuevo rey de Hungría. Los bosnios, sin embargo, tramaron un complot, como resultado del cual Carlos fue asesinado y María regresó al trono. En 1386, los partidarios del gobernante asesinado capturaron a Isabel y a su hija. Seis meses después, la mujer bosnia fue estrangulada delante de María, quien finalmente fue salvada del cautiverio.