Figuras Históricas

Elżbieta Łokietkówna (1305-1380)

Elżbieta Łokietkówna (1305-1380)

Elżbieta Łokietkówna

Elżbieta Łokietkówna

Reina de Hungría y regente de Polonia de la dinastía Piast. Era hija de Władysław Łokietek y Jadwiga Kaliska. Ella nació como la primera hija de esta pareja concebida tras el regreso del príncipe del exilio. Creció bajo la supervisión de su madre y de clarisas. A la edad de 15 años, pocos meses después de la coronación de Ladislao el Breve, se casó con el rey húngaro Carlos Roberto de la dinastía Anjou. En 1330 fue víctima de un atentado contra su vida y la de su familia, a consecuencia de lo cual perdió cuatro dedos de su mano derecha y recibió el poco halagador apodo de "la reina de los muñones".

Frente a la progresiva y mortal enfermedad de su marido, obtuvo una cuota de poder cada vez mayor. Su posición fue aún más fuerte durante el reinado de su hijo, Luis de Anjou. Fue entonces cuando adquirió el estatus no sólo de la más independiente, sino también de la más influyente de todas las reinas húngaras. Durante la vida de su marido, emitió edictos que regulaban los asuntos de alto rango del reino, y durante el reinado de su hijo utilizó el sello principal del reino en su nombre. Participó en partidas clave en el tablero político internacional:intentó poner a su hijo en el trono de Nápoles, participó en disputas con el imperio y el papado, actuó como mediadora entre potencias vecinas.

A lo largo de su reinado, apoyó a su hermano Casimiro el Grande, entre otras cosas, brindándole asistencia en las negociaciones con los checos y los caballeros teutónicos, así como el apoyo militar necesario para llevar a cabo la conquista de Rutenia Roja. Como resultado de una serie de acuerdos dinásticos, Kazimierz la nombró su sucesora, en el caso de que no tuviera hijos legales. Según la interpretación polaca de la ley de herencia, el trono después de la muerte de Kazimierz no lo tomaría la propia Elżbieta, sino su hijo Ludwik. Esto también sucedió en 1370. Hasta 1375, y luego durante algunos meses más a finales de 1376 y 1377, Elżbieta actuó como regente polaca y se llamó a sí misma reina de Polonia. Fue la única monarca en la historia de Polonia que ejerció un poder independiente. Contribuyó significativamente a la aceptación del privilegio de Košice, que allanó el camino para la elección de su nieta, Jadwiga Andegaweńska, como rey polaco.


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