Hija de un trabajador, Juana de Arco nació en Domrémy, en los Vosgos. Cuando tenía 13 años, mientras estaba en el jardín, escuchó las voces de Santa Margarita, Santa Catalina y el Arcángel San Miguel instándola a liberar a Francia del yugo de los ingleses. Obtuvo una audiencia en Chinon con el delfín Carlos VII, que acababa de ser desheredado por su padre, el rey Carlos VI, en favor de Enrique V de Lancaster, rey de Inglaterra. Ella lo convence para que le dé un ejército. Al entrar en Orleans sitiada, liberó la ciudad y llevó a Carlos VII a ser coronado en Reims el 17 de julio de 1429. Invirtió así la Guerra de los Cien Años y salvó la dinastía Valois. Capturado en Compiègne en 1430, fue entregado a los ingleses por el borgoñón Juan de Luxemburgo. Su juicio por herejía fue llevado a cabo por el obispo Pierre Cauchon, en la fortaleza de Bouvreuil en Rouen. Condenada por reincidencia, por haber vuelto a vestir ropas de hombre, fue quemada viva en la plaza del Vieux-Marché de Rouen, el 30 de mayo de 1431. En 1456, un proceso de rehabilitación la declaró inocente. Fue canonizada en 1920.
Alrededor de 1412 - 30 de mayo de 1431
Estado
Santo
Soldado