Figuras Históricas

Ramón Castilla

Ramón Castilla y Marquesado , Presidente de la República entre 1845-1851 y 1855-1862. Hijo del bonaerense Pedro de Castilla y de Juana Marquesado Romero, tarapaqueña de sangre india, Ramón Castilla nació el 30 de agosto de 1797. Durante su infancia, según Clemente Markham, trabajó como leñador al servicio de su padre y hacía viajes al desierto para recoger los trozos de leña que caían de los algarrobos. Se fue a Chile y se unió al regimiento realista Dragones de la Frontera , con el que combatió a los patriotas en Concepción, Talcahuano, Chillán y Rancagua, cayendo prisionero en la batalla de Chacabuco (enero de 1817) y trasladado a Buenos Aires. Obtenida su liberación, se dirigió a Río de Janeiro y emprendió, en compañía del coronel español Fernando Cacho, su regreso al Perú (diciembre de 1817) vía el Mato Grosso. Pasó por Chiquitos, Santa Cruz de la Sierra, Valle Grande, Chuquisaca, Oruro, La Paz, Puno, Cuzco, Huamanga, Huancavelica, Lunahuaná y Lurín hasta llegar a Lima; atravesando en total leguas de selva, montañas y arena. Ya en la capital (octubre de 1818), el virrey Joaquín de la Pezuela lo asigna a los Dragones de la Unión regimiento. , destinado en Arequipa; sin embargo, fue en esa época que abandonó su posición realista y se presentó en Lima ante Torre Tagle y luego ante el Libertador José de San Martín (febrero de 1822). Luego de una serie de pruebas e interrogatorios fue incorporado a los Húsares de la Legión Peruana como teniente de caballería. No asistió a la batalla de Junín por pertenecer al estado mayor patriota, pero sí asistió a la batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), donde resultó herido.

Ramón Castilla y la Confederación Perú-Bolivia

En 1825 fue nombrado prefecto de Tarapacá y fue uno de los primeros funcionarios de su rango en romper con Simón Bolívar, por estar en desacuerdo con la llamada constitución vitalicia. Ascendido al grado de teniente coronel de caballería y por su amistad con Domingo Nieto, se convirtió en enemigo de Andrés de Santa Cruz y del proyecto de Confederación Perú-Boliviana (1836-1839). Por ello renunció a la Prefectura de Puno y se separó del presidente Luis José de Orbegoso, pasando luego a Chile con otros emigrados peruanos opuestos al régimen de Santa Cruz y simpatizantes de los planes del ministro chileno Diego Portales de acabar con la confederación; en el país austral, al mando de un batallón peruano, derrotó a los enemigos de Portales en el combate de Barón realizado en Quillota (junio de 1837).
Participó en la primera expedición de restauración comandada por Manuel Blanco Encalada que fracasó en Paucarpata; Durante la segunda expedición de restauración, comandada por Manuel Bulnes y junto a Agustín Gamarra, estuvo en la Batalla de Portada de Guía (agosto de 1838) y tuvo una destacada actuación en la batalla de Yungay (enero de 1839) y en la derrota final de Santa Cruz y la confederación, obteniendo el ascenso a general de división. En estas campañas impulsadas por Chile contra Santa Cruz se hizo famosa su frase:“¡No hemos venido a correr!”. Vinculado al segundo gobierno de Agustín Gamarra (1839-1841), primero como ministro general y luego como ministro de Guerra y Hacienda, apoyó al presidente en su intento de invadir Bolivia, siendo derrotado en la batalla de Ingavi , quedando prisionero en la fortaleza de Oruro (noviembre de 1841). Terminada la guerra con Bolivia, regresó al Perú y, durante la anarquía militar (1842-1845), se enfrentó a Manuel Ignacio de Vivanco, a quien finalmente derrotó en la batalla de Carmen Alto. (julio de 1844). De esta manera, el vicepresidente legal, Manuel Menéndez, convoca elecciones, y Ramón Castilla resulta elegido para la presidencia de la República.

Primer gobierno de Ramón Castilla

Al asumir el gobierno en 1845, Castilla encontró un país desordenado por las luchas entre jefes militares, y una economía que pudo recuperarse gracias a los ingresos por la venta del guano en Europa. Por ello, la época que inauguró su gobierno ha sido denominada la del "oro" o "falsa prosperidad", ya que los ingresos obtenidos por la venta de excrementos de aves de nuestro litoral permitieron la ejecución de numerosas obras públicas y una relativa calma política. . De hecho, Castilla y sus consejeros querían ordenar el país. En el aspecto económico, inauguró el sistema de apropiación para la venta de guano, entregando casi todo este negocio a la firma británica Gibbs, presentó el primer presupuesto de la República, creó la ley de "consolidación de la deuda interna". cancelar los gastos de los peruanos a favor de las guerras de independencia, arregló la deuda externa con Inglaterra, Estados Unidos y Chile, excepto la "deuda de independencia" con España y permitió la llegada de trabajadores chinos, los culis para las plantaciones en la costa y la extracción de guano en las islas de Chincha.

Compra de armas y acciones internacionales

En el ámbito internacional se adhirió a la Doctrina Monroe y convocó al primer Congreso americano que se celebró en Lima entre 1847-1848; también abrió delegaciones en Estados Unidos, Inglaterra, Ecuador, Bolivia y Chile, así como consulados en diversas ciudades de América, Europa y Asia. En lo que respecta a la defensa nacional, creó el Colegio Militar de Bellavista, la Escuela Central de Marina en Bellavista y la fábrica naval; compró la fragata Mercedes , los bergantines Guisse y Gamarra y transporte Alianza , siendo la compra más espectacular la de Rímac , el primer barco de vapor del Perú y Sudamérica; por otro lado, su mayor preocupación era el equilibrio militar con Chile, país que conocía mucho, de ahí su frase:"¡Si Chile construye un barco, el Perú debe construir dos!".

Otros trabajos

Otras obras públicas de su primer gobierno fueron la construcción del ferrocarril Lima-Callao, el primero de Sudamérica (1851); la introducción del primer telar mecánico y la instalación de la primera fábrica de papel; la construcción del Mercado Central de Lima; la instalación de agua potable con tuberías de hierro en Callao, Arica e Islay; la protección de las tierras de las comunidades indígenas; la promulgación de leyes de jubilación y cesantía; y la construcción de iglesias, escuelas, mercados, hospitales, cuarteles, aduanas, prefecturas, canales de riego, carreteras y puentes en diversas partes del país. En materia de política educativa, se promulgó el primer Reglamento de Instrucción Pública para escuelas y colegios de la República (junio de 1850), reclamando para el Estado la dirección y administración del proceso educativo, estableciendo diferencias entre educación pública y privada. También se dispuso la reorganización de la Universidad de San Marcos, el Convento de San Carlos y la Facultad de Medicina de San Fernando.
A pesar de haber apoyado la candidatura del general José Rufino Echenique a la presidencia de la República en 1851, tres años después encabezó una revolución liberal en su contra, debido a los escándalos por los pagos irregulares de la "deuda interna".

Abolición de la esclavitud

Desde Ayacucho, donde decretó la abolición del tributo indígena (5 de julio de 1854), derrotó por primera vez a Echenique en la batalla de Izcuchaca.; luego se dirigió a Huancayo donde dictaminó la abolición definitiva de la esclavitud en el Perú (5 de diciembre de 1854) , derrotando finalmente a Echenique en la batalla de La Palma (5 de enero de 1855).

Segundo gobierno de Ramón Castilla

Durante su segundo gobierno se promulgaron dos constituciones:la de 1856, de carácter liberal, y la de 1860, de carácter moderado, la más longeva del país, ya que estuvo vigente hasta 1920. En el ámbito internacional estalló la guerra con Ecuador (1859-1860), que tras un victorioso desembarco peruano en Guayaquil culminó con la firma del Tratado de Mapasingue . En cuanto a su política americanista, ayudó económicamente a Nicaragua y Costa Rica frente a las pretensiones del norteamericano William Walker, frustró los planes del presidente ecuatoriano Gabriel García Moreno de formar con ambos países el Reino Unido de los Andes, protestó contra la Invasión española de Santo Domingo y envío de ayuda diplomática contra la intervención francesa en México. Finalmente, entre sus numerosas obras públicas tenemos el primer Mapa General del Perú realizado por Mariano Felipe Paz Soldán; el primer Censo General de la República que arrojó una población de 2.487.916 habitantes (1860); creó el departamento de Loreto (7 de enero de 1861) y adquirió los barcos Morona para navegación en Amazon, Pastaza , Ñapo y Putumayo; se restableció el régimen de los municipios; se inauguró la Penitenciaría de Lima (julio de 1862) y se abrieron varios centros penitenciarios en el interior del país; se instaló el servicio de agua potable en Lima; se tendió el telégrafo Lima-Callao, primera línea telegráfica de Sudamérica; se inauguró en Lima el sistema de alumbrado a gas, el primero en Sudamérica (mayo de 1855); se construyó el ferrocarril Lima-Chorrillos (noviembre de 1858); Se funda la Compañía de Bomberos Voluntarios N°1 Unión Chalaca, la primera de su tipo en Sudamérica (diciembre de 1860); en Lima se inauguraron los monumentos a Cristóbal Colón y Simón Bolívar; se introdujo el uso de sellos (octubre de 1857); se dio el primer Reglamento de Transportes; el buque peruano Lorthon Dio la vuelta al mundo; y se construyó el muelle del puerto de Pisco. En el ámbito educativo se promulgó el nuevo Reglamento de Instrucción Pública (abril de 1855), estableciendo la educación primaria en las escuelas, común a todos los ciudadanos; la media de quienes podían recibir una cultura liberal o se preparaban para seguir una formación profesional; y el especial, en las universidades y escuelas e institutos como el Instituto Militar, el Instituto de Ingenieros, la Escuela de Náutica, la Escuela de Pintura y Dibujo, la Escuela de Minería y la Escuela de Agricultura.
Al final de su gobierno (1862) convocó elecciones y apoyó al mariscal Miguel de San Román, quien finalmente resultó elegido presidente.

Últimos años de Ramón Castilla

Electo senador por Tarapacá, presidió su Cámara en 1864 y agitó la opinión pública cuando, durante el gobierno de Juan Antonio Pezet, estalló el conflicto con España y se firmó el tratado Vivanco-Pareja; siendo por tanto desterrado a Gibraltar (enero de 1865). También actuó como opositor al régimen de Mariano Ignacio Prado de Tarapacá (1866), siendo desterrado a Chile, desde donde inició una campaña para regresar al poder, la cual no fue posible porque falleció el 30 de mayo de 1867. en el desierto de Tarapaco de Tivilichi .


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