1. Condición: El estado general del proyecto de ley es crucial. Factores como desgaste, desgarros, pliegues, manchas o cualquier daño pueden afectar su valor. Un billete que no ha circulado, es decir, que no ha estado en circulación general y no muestra signos de desgaste, es más valioso que un billete circulado.
2. Calificación: Los servicios profesionales de clasificación numismática, como Professional Coin Grading Service (PCGS) o Numismatic Guaranty Corporation (NGC), asignan calificaciones a los billetes en función de su condición. Un grado más alto indica una mejor conservación y puede aumentar significativamente el valor del billete.
3. Rareza: La rareza de una serie o firma en particular también puede influir en su valor. Algunas series o combinaciones de firmas pueden ser más escasas que otras, lo que las hace más valiosas para los coleccionistas.
4. Número de serie: Ciertos números de serie, como los números de serie bajos, los números consecutivos o los que tienen dígitos repetidos, pueden agregar valor adicional a la factura.
5. Procedencia: Si el billete tiene una historia o procedencia conocida, como ser parte de una colección famosa o tener un propietario notable, puede aumentar su valor.
En general, un billete de 100 dólares de 1950, Serie E, sin circular y con un número de serie deseable puede valer entre varios cientos y algunos miles de dólares. Sin embargo, es importante consultar con un comerciante de monedas o numismático profesional para obtener una valoración precisa, ya que las condiciones del mercado y las preferencias individuales pueden afectar el valor real del billete.