Los jeroglíficos fueron tallados en monumentos de piedra, pintados en rollos de papiro y utilizados en una variedad de otros contextos. Se utilizaban para escribir de todo, desde textos religiosos hasta decretos reales y correspondencia cotidiana. Los jeroglíficos eran un sistema de escritura complejo, pero también eran muy expresivos y permitían una amplia gama de creatividad artística.
Hoy en día, los eruditos todavía estudian los jeroglíficos para comprender mejor la historia y la cultura del antiguo Egipto. También se siguen utilizando en arte y diseño para agregar un sabor exótico y antiguo a una variedad de productos.