- Competencia económica :Muchos sirvientes contratados, al finalizar su período de servicio, tenían como objetivo obtener su libertad y perseguir sus aspiraciones. Utilizando las habilidades y conocimientos adquiridos durante su servicio, algunos se establecieron con éxito como productores y comerciantes independientes. Sus avances económicos permitieron a algunos individuos acumular riqueza, desafiando el dominio económico de la élite colonial, compuesta por ricos terratenientes y comerciantes. Esta situación infundió temor entre la élite de que su estatus y poder económico pudieran verse comprometidos.
- Aspiraciones políticas: A medida que sus condiciones de vida mejoraron, los ex sirvientes contratados comenzaron a abogar por derechos y reconocimiento políticos. Aspiraban a participar en los procesos de toma de decisiones y estar representados en asambleas y consejos coloniales. Sin embargo, la élite colonial percibió estas aspiraciones como una alteración de las estructuras de poder establecidas. Para mantener el control, la élite trabajó para restringir la participación política y preservar la dinámica de poder existente.
- Números crecientes: La llegada continua de sirvientes contratados a la región de Chesapeake provocó un aumento significativo de su número. Este crecimiento demográfico agravó aún más las preocupaciones de la élite, especialmente cuando los ex sirvientes comenzaron a formar grupos y comunidades que mostraban solidaridad y voluntad de resistir políticas opresivas.
En general, la amenaza que representaban los ex sirvientes contratados para la élite colonial en Chesapeake se centraba en la competencia económica y política, junto con su creciente número y su demostración de unidad frente a la opresión.