Algunas de las reglas disciplinarias de fábrica más comunes incluyen:
* Se requirió que los trabajadores llegaran a tiempo al trabajo y trabajaran la cantidad requerida de horas cada día.
* A los trabajadores se les prohibió hablar entre ellos o holgazanear en el lugar de trabajo.
* Se requirió que los trabajadores siguieran las instrucciones de sus supervisores y trabajaran de manera segura.
* A los trabajadores se les prohibió beber alcohol o consumir drogas en el lugar de trabajo.
* Los trabajadores estaban sujetos a multas o despidos por violar las reglas.
La disciplina en la fábrica era a menudo dura e inflexible, y los trabajadores que violaban las reglas podían ser castigados severamente. Sin embargo, estas reglas eran necesarias para mantener el orden y la eficiencia en los lugares de trabajo industriales en rápida expansión de la época.
Además de las reglas y regulaciones formales, los propietarios de las fábricas también utilizaron una variedad de métodos informales para controlar el comportamiento de los trabajadores. Estos métodos incluyeron:
* Utilizar capataces y supervisores para supervisar a los trabajadores y hacer cumplir las reglas.
* Instalar cámaras de vigilancia y otros dispositivos de monitoreo para rastrear los movimientos de los trabajadores.
* Crear una cultura de miedo e intimidación para disuadir a los trabajadores de hablar o desafiar el sistema.
La disciplina fabril fue un factor clave en el éxito de la Revolución Industrial. Al garantizar que los trabajadores fueran puntuales, eficientes y productivos, los propietarios de las fábricas pudieron maximizar sus ganancias e impulsar el crecimiento de la economía industrial.