Los primeros hospitales de Estados Unidos fueron fundados en el siglo XVIII por órdenes religiosas, como la Iglesia católica y la Iglesia protestante. Estos hospitales eran principalmente para pobres y enfermos y brindaban atención básica.
En el siglo XIX, el gobierno y particulares comenzaron a establecer hospitales. Estos hospitales solían ser más especializados y brindaban atención más avanzada.
La era progresista (décadas de 1890 a 1920)
La Era Progresista fue una época de grandes cambios para los hospitales de Estados Unidos. Durante este tiempo, hubo un énfasis creciente en la salud pública y el saneamiento, lo que condujo a una mejor atención hospitalaria.
Además, el desarrollo de nuevas tecnologías médicas, como la anestesia y los rayos X, permitió a los hospitales ofrecer tratamientos más eficaces.
La Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial (décadas de 1930-1940)
La Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial tuvieron un impacto significativo en los hospitales de Estados Unidos. Durante esa época, había escasez de médicos y enfermeras y los hospitales a menudo estaban superpoblados.
A pesar de estos desafíos, los hospitales continuaron brindando atención a los enfermos y heridos.
La posguerra (décadas de 1950 y 1960)
La era de la posguerra fue una época de gran crecimiento para los hospitales de Estados Unidos. Durante este tiempo, hubo un aumento significativo en el número de hospitales y en el número de camas disponibles.
Además, las nuevas tecnologías médicas, como la máquina de circulación extracorpórea y el riñón artificial, permitieron a los hospitales tratar enfermedades más complejas.
La era moderna (década de 1970-presente)
La era moderna ha visto un crecimiento y cambios continuos para los hospitales en los Estados Unidos. Durante este tiempo, ha habido un mayor enfoque en la atención ambulatoria y el uso de la tecnología.
Además, ha habido un énfasis creciente en la seguridad del paciente y la calidad de la atención.