1. Nacionalismo: El nacionalismo jugó un papel importante en la Primera Guerra Mundial. El patriotismo y el orgullo nacional eran altos en los países europeos, y este sentimiento contribuyó a las rivalidades y conflictos que llevaron a la guerra.
2. Militarismo: Las principales potencias de Europa participaron en una carrera armamentista en los años previos a la Primera Guerra Mundial. Cada país aumentó su fuerza militar, almacenó armas y aumentó el tamaño de sus ejércitos y armadas. Esta carrera armamentista creó un clima de miedo y sospecha entre las potencias.
3. Imperialismo: Los países europeos habían establecido imperios en todo el mundo, y estos imperios eran una fuente de orgullo nacional y beneficios económicos. La competencia por colonias y recursos también contribuyó a las tensiones que llevaron a la guerra.
4. Autocracia: Muchos de los países europeos involucrados en la Primera Guerra Mundial estaban gobernados por regímenes autocráticos, incluidos Alemania, Rusia y Austria-Hungría. Estos regímenes no eran responsables ante su pueblo y podían tomar decisiones sin consultar a sus ciudadanos. Esta falta de rendición de cuentas contribuyó al estallido de la guerra.
5. Secreto: Los gobiernos europeos a menudo mantuvieron sus negociaciones diplomáticas en secreto para el público, y este secreto contribuyó al estallido de la guerra. Por ejemplo, el tratado secreto entre Austria-Hungría y Alemania, conocido como Alianza Dual, comprometía a Alemania a apoyar a Austria-Hungría si era atacada por Rusia. Este tratado jugó un papel importante en la escalada de las tensiones que llevaron a la guerra.