Contaminación: La Revolución Industrial provocó un aumento de la contaminación en las ciudades. El aire estaba lleno del humo de las fábricas y de las estufas de carbón. El agua también estaba contaminada por aguas residuales y residuos industriales.
Congestión del tráfico: A medida que aumentó el número de automóviles, la congestión del tráfico se convirtió en un problema. Esto dificultaba el desplazamiento de la gente, especialmente durante las horas punta.
Escasez de vivienda: La afluencia de personas a las ciudades provocó una escasez de viviendas. Esto elevó el costo de la vivienda y dificultó que la gente encontrara lugares asequibles para vivir.
Pobreza: La combinación de estos problemas condujo a un aumento de la pobreza en las ciudades. Mucha gente luchaba por llegar a fin de mes. Esto provocó un aumento del malestar social y la delincuencia.
A pesar de estos problemas, el crecimiento de las ciudades también tuvo algunos aspectos positivos. Por ejemplo, había más oportunidades de empleo, cultura y educación. Las ciudades también se convirtieron en centros de innovación y nuevas ideas.