La prohibición creó un lucrativo mercado negro de alcohol, lo que llevó al surgimiento de sindicatos del crimen organizado como Chicago Outfit de Al Capone. Estos grupos se dedicaban al contrabando, los bares clandestinos y otras actividades ilegales, lo que resultaba en violencia, corrupción y desprecio por la ley.
Cambio cultural y cambios sociales:
La prohibición provocó importantes cambios culturales. La escena del bar clandestino se convirtió en un símbolo de rebelión y libertad, mientras la gente buscaba formas de eludir la ley. Introdujo una cultura del secretismo, en la que las personas participaban en reuniones privadas y bares secretos para consumir alcohol. Este cambio cultural tuvo efectos duraderos en el comportamiento social y las actitudes hacia la bebida.
Derechos y sufragio de la mujer:
El movimiento por la templanza, que desempeñó un papel importante en la promoción de la prohibición, tenía fuertes vínculos con el movimiento por el sufragio femenino. Muchas sufragistas creían que el alcohol contribuía en gran medida a los problemas sociales y que los derechos de las mujeres sólo podían lograrse plenamente con la sobriedad. Después de la ratificación de la 19ª Enmienda en 1920, que concedía a las mujeres el derecho al voto, el apoyo a la prohibición entre las sufragistas disminuyó. Esto cambió el enfoque de muchos defensores de los derechos de las mujeres hacia otras cuestiones sociales y políticas.
Impacto económico:
La prohibición tuvo importantes consecuencias económicas. La industria legal del alcohol sufrió un grave declive, lo que provocó pérdidas de empleos y perturbaciones económicas en muchas comunidades que dependen en gran medida de la producción y distribución de alcohol. El mercado negro, por otro lado, floreció y generó ganancias ilegales para los grupos del crimen organizado.
Cambios en los hábitos de consumo de alcohol:
La prohibición provocó un cambio en los patrones de consumo de alcohol entre los estadounidenses. La disponibilidad limitada y el alto costo del alcohol durante la prohibición dieron como resultado una disminución en el consumo general de alcohol. Sin embargo, la repentina introducción del alcohol legal después de la derogación de la prohibición provocó un aumento en el consumo de alcohol, lo que potencialmente contribuyó a problemas de alcoholismo.
La Vigésima Primera Enmienda y Derogación:
La creciente insatisfacción del público con la prohibición, combinada con las consecuencias negativas que trajo, llevó a un movimiento nacional para su derogación. La 21ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos fue ratificada en 1933, poniendo fin oficialmente a la prohibición. Esto marcó un cambio significativo en la política gubernamental y las actitudes sociales hacia la regulación del alcohol, lo que marcó el comienzo de una nueva era de leyes y regulaciones sobre el alcohol.