La barbería era un oficio particularmente importante en la época colonial debido a las tendencias de moda predominantes en la época. Los hombres normalmente llevaban el pelo largo y recogido en una cola, y también lucían barbas largas. Esto significaba que necesitaban visitar al peluquero con regularidad para mantener su cabello y su barba en buenas condiciones. Además, muchos colonos creían que las sangrías y otros procedimientos médicos eran esenciales para mantener una buena salud, por lo que a menudo también se recurría a los barberos para realizar estos servicios.
Como resultado de la gran demanda de sus servicios, los barberos podían conseguir precios relativamente altos por su trabajo. Un corte de pelo típico cuesta alrededor de dos chelines, mientras que un corte de barba cuesta alrededor de un chelín. Las sangrías y otros procedimientos médicos podrían costar aún más. Además, los barberos solían vender productos como pomadas para el cabello, jabón de afeitar y maquinillas de afeitar, lo que aumentaba sus ingresos.
Las barberías también fueron centros sociales en la época colonial. Los hombres a menudo se reunían en la barbería para discutir las noticias y los chismes y, a veces, incluso participaban en debates políticos. Las barberías también eran lugares populares para que los hombres se reunieran y socializaran con otros hombres.
En general, ser barbero era un buen trabajo en la época colonial. Era un oficio respetado que proporcionaba una vida cómoda y permitía a los barberos socializar con otros miembros de la comunidad.