Los escritos de Rizal, en particular sus novelas Noli Me Tángere y El Filibusterismo, fueron muy críticos con el dominio español en Filipinas y pidieron reformas e independencia. Estas obras fueron consideradas sediciosas por las autoridades españolas, que arrestaron y finalmente ejecutaron a Rizal en 1896. Su muerte desató la Revolución Filipina, que condujo a la independencia del país de España.
Sin embargo, algunos sostienen que las acciones de Rizal fueron contraproducentes y que sus escritos sólo sirvieron para inflamar las tensiones entre los filipinos y el gobierno colonial español. Señalan que los llamamientos de reformas de Rizal no eran realistas y que sus ataques a las autoridades españolas eran innecesariamente provocativos. Argumentan que las acciones de Rizal finalmente condujeron a la violenta Revolución filipina, que resultó en la muerte de muchas personas inocentes.
Además, algunos críticos cuestionan los motivos de Rizal y lo acusan de ser oportunista y egoísta. Afirman que el deseo de Rizal de gloria y fama personal motivó sus acciones más que una preocupación genuina por el bienestar de sus compatriotas. Señalan que Rizal pasó gran parte de su vida fuera de Filipinas y que sólo regresó cuando era seguro hacerlo.
A pesar de estas críticas, Rizal sigue siendo una figura ampliamente venerada en Filipinas. Muchos ven sus escritos y acciones como un símbolo del nacionalismo filipino y la resistencia contra la opresión extranjera. Se le considera un héroe por su valentía, su intelecto y su inquebrantable dedicación a la causa de la independencia filipina.