Década de 1930:postura aislacionista
A principios de la década de 1930, Roosevelt compartía la visión ampliamente difundida del aislacionismo estadounidense, un deseo de evitar involucrarse en conflictos extranjeros. El país había salido de la Primera Guerra Mundial con una firme determinación de mantenerse al margen de futuras guerras y el público se mostraba reacio a involucrarse en los conflictos europeos. Roosevelt, reflejando este sentimiento, inicialmente se centró en las políticas internas y la recuperación económica de la Gran Depresión.
Principios de la década de 1940:creciente preocupación y participación
A medida que crecieron las tensiones en Europa y Asia a finales de los años treinta y principios de los cuarenta, las preocupaciones de Roosevelt se profundizaron. Observó con alarma cómo la Alemania nazi bajo Adolf Hitler aplicaba políticas expansionistas agresivas, lo que llevó al estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939. Roosevelt condenó enérgicamente las acciones de Hitler y comenzó a tomar medidas para preparar a Estados Unidos para una posible participación en el conflicto.
Ley de "Préstamo-Arriendo" y Ayuda a los Aliados:
En marzo de 1941, Roosevelt firmó la Ley de "Préstamo y Arrendamiento", que proporcionó ayuda militar vital a Gran Bretaña, la Unión Soviética y otros países aliados que luchaban contra Alemania y sus aliados. Roosevelt creía que ayudar a los aliados era esencial para la seguridad de Estados Unidos, ya que una derrota de Gran Bretaña o de la Unión Soviética tendría consecuencias catastróficas.
Discurso "Cuatro Libertades":
En enero de 1941, Roosevelt pronunció su famoso discurso "Las cuatro libertades", en el que esbozó su visión de un mundo de posguerra basado en las libertades fundamentales de expresión, culto, libertad frente a la miseria y frente al miedo. Este discurso expresó su determinación de luchar por estos principios, incluso si eso significaba involucrar a Estados Unidos en la guerra.
El ataque a Pearl Harbor y la entrada de Estados Unidos en la guerra:
Los sentimientos de Roosevelt sobre la Segunda Guerra Mundial alcanzaron un punto de inflexión el 7 de diciembre de 1941, cuando Japón atacó la base naval estadounidense en Pearl Harbor, Hawaii. Este acto de agresión impactó directamente a Estados Unidos, provocando una declaración de guerra contra Japón y, posteriormente, contra Alemania e Italia. Roosevelt quedó profundamente afectado por el ataque y estaba decidido a derrotar a las potencias del Eje y lograr la victoria en la guerra.
A lo largo de la Segunda Guerra Mundial, Roosevelt dirigió a Estados Unidos en una gran alianza con Gran Bretaña y la Unión Soviética, proporcionando recursos militares y económicos a la causa aliada. También jugó un papel crucial en la configuración del mundo de la posguerra, imaginando el establecimiento de las Naciones Unidas para promover la cooperación internacional y prevenir conflictos futuros.
En resumen, los sentimientos de Franklin D. Roosevelt sobre la Segunda Guerra Mundial evolucionaron desde el aislacionismo hasta una creciente preocupación y participación a medida que el conflicto se intensificaba. En última instancia, dirigió a Estados Unidos a la guerra después del ataque a Pearl Harbor y trabajó incansablemente para lograr la victoria y construir un orden mundial más pacífico.