La tarde del sábado 28 de febrero de 1953, Stalin se reunió con su círculo íntimo en el Kremlin y luego en la dacha de Kuncevo, cerca de Moscú. Beria, Bulganin, Jruschov y Malenkov lo abandonaron sólo por la mañana. Stalin estaba borracho y de excelente humor. Nada presagiaba próximos acontecimiento