Sin embargo, es importante señalar que los nazis hicieron todo lo posible para mantener el Holocausto en secreto para el público en general. Utilizaron propaganda para presentar los campos como campos de trabajo o centros de tránsito y, a menudo, amenazaron a los residentes locales que intentaron interferir o hablar. Como resultado, es posible que muchas personas no hayan comprendido completamente el alcance o la naturaleza de los crímenes que se están cometiendo.
También vale la pena señalar que no todos los que conocían los campos de exterminio podían o estaban dispuestos a tomar medidas para detenerlos. Es posible que algunas personas hayan temido por su propia seguridad, mientras que otras pueden haber sido cómplices de las atrocidades. Además, es posible que algunas personas simplemente no hayan creído los rumores que escucharon sobre los campos, o que hayan racionalizado su existencia de alguna manera.
En última instancia, hasta qué punto la gente de los campos de exterminio sabía lo que sucedía en su interior es una pregunta compleja que no tiene una respuesta fácil. Es probable que hubiera una amplia gama de conciencia, desde aquellos que eran plenamente conscientes de las atrocidades hasta aquellos que no sabían nada en absoluto.