Sin embargo, la relación de la Alianza con los afroamericanos también se vio tensa por ciertos factores. Algunos miembros blancos de la Alianza tenían opiniones racistas y se resistieron a los esfuerzos por promover la igualdad racial. Hubo casos de violencia y discriminación contra afroamericanos por parte de miembros blancos de la Alianza. Además, la Alianza enfrentó desafíos para mantener la unidad entre sus diversos miembros y, a menudo, tuvo dificultades para abordar de manera efectiva las necesidades e intereses de los afroamericanos.
A pesar de estas tensiones, la Alianza hizo esfuerzos significativos para incluir y apoyar a los afroamericanos. Abogó por políticas como la Ley de Derechos Civiles de 1875, cuyo objetivo era proteger los derechos civiles de los afroamericanos. Además, la Alianza nominó a varios afroamericanos para cargos políticos, reconociendo la importancia de su participación en el proceso político.
En general, si bien la Alianza proporcionó una plataforma para que los afroamericanos participaran en política y lucharan por sus derechos, su relación con la comunidad fue compleja y estuvo marcada tanto por apoyo como por desafíos.