1. Arabia: El Islam se originó en la Península Arábiga, concretamente en La Meca y Medina en la actual Arabia Saudita. A partir de ahí, se extendió por toda la Península Arábiga y se convirtió en la religión dominante en la región.
2. Norte de África: El Islam se expandió hacia el oeste, hacia el norte de África, en el siglo VII. Países como Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos abrazaron el Islam, que se convirtió en la religión principal de la región.
3. Medio Oriente: Desde Arabia, el Islam se extendió hacia el este, hacia el Medio Oriente, influyendo en países como Siria, Irak, Líbano, Jordania y Palestina. Damasco y Bagdad se convirtieron en centros destacados de erudición y aprendizaje islámico durante este período.
4. Asia Central: La influencia islámica llegó a Asia Central en el siglo VIII a través de conquistas militares y actividades misioneras. Países como Kazajstán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán y Kirguistán conocieron el Islam, que finalmente se convirtió en la religión dominante en la región.
5. Asia del Sur: El Islam llegó al sur de Asia, particularmente al subcontinente indio, en el siglo VII. Países como Pakistán, Bangladesh y partes de la India (como la región de Sindh) se vieron influenciados por la expansión islámica.
6. Sur de Europa: Si bien no fue ampliamente adoptado, el Islam impactó partes del sur de Europa, llegando hasta España y el sur de Francia. El dominio musulmán en España desde el siglo VIII al XV dejó un importante legado cultural y arquitectónico.
7. Sudeste Asiático: En el siglo XIII, el Islam se afianzó en el sudeste asiático, principalmente a través del comercio y los esfuerzos misioneros. Indonesia, Malasia, Brunei y el sur de Filipinas adoptaron el Islam como religión predominante.
Estos países sirvieron de puerta de entrada para la expansión del Islam durante la Edad Media, lo que condujo a la formación de extensas civilizaciones islámicas y a la difusión del conocimiento religioso, cultural y científico en vastas regiones.