1. Para recuperar los territorios perdidos en la Guerra de los Seis Días de 1967. Tanto Egipto como Siria habían perdido importantes territorios a manos de Israel en esa guerra, incluida la península del Sinaí, la Franja de Gaza y Cisjordania.
2. Alterar el equilibrio de poder en la región. Los estados árabes estaban preocupados por la creciente fuerza militar de Israel, así como por su alianza con Estados Unidos. Al atacar a Israel, esperaban mejorar sus propias posiciones negociadoras y limitar la capacidad de Israel para actuar unilateralmente en la región.
3. Para unir el mundo árabe. El mundo árabe había estado dividido después de la Guerra de los Seis Días:algunos países, como Egipto y Siria, adoptaron una postura más confrontativa hacia Israel, mientras que otros, como Jordania y Arabia Saudita, favorecían un enfoque más moderado. El ataque a Israel fue visto como una oportunidad para salvar estas diferencias y presentar un frente unido contra Israel.
4. Explotar el elemento sorpresa. El ataque de Yom Kipur se lanzó en el día más sagrado del calendario judío, cuando la mayoría de los israelíes ayunaban y asistían a la sinagoga. Esto dio a los Estados árabes una ventaja inicial, ya que pudieron tomar desprevenidos al ejército israelí.
La Guerra de Yom Kipur terminó en un punto muerto y ambos bandos cantaron victoria. Sin embargo, la guerra tuvo un impacto significativo en la región y sentó las bases para futuras negociaciones de paz entre Israel y sus vecinos árabes.