1. Dinastía Qing (1644-1912):
- Durante finales del siglo XVIII y XIX, China se fue debilitando progresivamente por los conflictos internos y las Guerras del Opio con Gran Bretaña.
- Tratados desiguales, como el Tratado de Nanjing (1842) y el Tratado de Tientsin (1858), impuestos por las potencias occidentales, llevaron al establecimiento de concesiones extranjeras, derechos extraterritoriales y otras formas de control.
- La Alianza de Ocho Naciones invadió Beijing en 1900 durante la Rebelión Bóxer, debilitando aún más la soberanía de China y dando lugar al Protocolo Bóxer.
2. Periodo Republicano (1912-1949):
- Después de la caída de la dinastía Qing, China quedó dividida en esferas de influencia por varias potencias extranjeras, entre ellas Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia, Japón y Estados Unidos.
- Este período vio continuas concesiones extranjeras, derechos extraterritoriales y explotación económica de los recursos de China.
- La invasión japonesa de Manchuria en 1931 y la posterior guerra chino-japonesa (1937-1945) representaron otro período de intenso imperialismo en China.
3. Después de la Segunda Guerra Mundial:
- Después de la Segunda Guerra Mundial, China vivió una guerra civil entre el Kuomintang (Partido Nacionalista) y el Partido Comunista Chino (PCC).
- La victoria del PCC en la guerra civil condujo al establecimiento de la República Popular China (RPC) en 1949.
- Si bien China obtuvo su independencia política, ciertas regiones, como Hong Kong y Macao, permanecieron bajo control extranjero hasta que fueron devueltas a China en 1997 y 1999, respectivamente.
Es importante señalar que el término "imperialismo" conlleva diferentes significados e interpretaciones en contextos históricos y políticos. Las experiencias de China con el imperialismo han dejado impactos duraderos en su sociedad, economía, cultura y relaciones internacionales.