La dinastía Qing (1644-1912) fue la última dinastía imperial de China y gobernó un vasto territorio que incluía la actual China, Taiwán, Mongolia, el Tíbet y partes de Asia Central. La dinastía Qing fue fundada por los manchúes, una minoría étnica de Manchuria, que conquistaron China y establecieron su dominio sobre el país.
Los manchúes eran un pueblo nómada que había vivido durante mucho tiempo en Manchuria, una región del noreste de Asia. A principios del siglo XVII, los manchúes comenzaron a expandir su territorio y entraron en conflicto con la dinastía Ming, que entonces gobernaba China. En 1644, los manchúes capturaron Beijing, la capital de la dinastía Ming, y establecieron la dinastía Qing.
La dinastía Qing fue un período de gran expansión para China. Los emperadores Qing conquistaron muchos territorios y los incorporaron al imperio chino. Las más significativas de estas conquistas fueron:
* Mongolia: Los manchúes conquistaron Mongolia en el siglo XVII y pusieron la región bajo su control.
* Tíbet: Los manchúes conquistaron el Tíbet en el siglo XVIII y establecieron un protectorado sobre la región.
* Sinkiang: Los manchúes conquistaron Xinjiang en el siglo XVIII y lo incorporaron al imperio chino.
* Taiwán: Los manchúes conquistaron Taiwán en el siglo XVII y la convirtieron en provincia del imperio chino.
La dinastía Qing también expandió el territorio de China en Asia Central, incluidas partes de los actuales Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán. La dinastía Qing fue una época de gran poder y prosperidad para China, y sus conquistas ayudaron a dar forma al mapa moderno de Asia.