1. Autonomía local: Muchas comunidades rurales ya eran autosuficientes y tenían sus propios sistemas administrativos. La llegada del dominio árabe a menudo significó la imposición de nuevas estructuras de gobierno e impuestos, lo que podría generar resentimiento y resistencia.
2. Diferencias religiosas: Los conquistadores árabes eran predominantemente musulmanes, mientras que muchas regiones conquistadas tenían diversas comunidades religiosas. Esta diferencia religiosa podría generar tensiones y conflictos, especialmente en zonas donde los no musulmanes estaban sujetos a políticas discriminatorias.
3. Disrupción económica: Las conquistas árabes en ocasiones perturbaron las redes comerciales existentes o introdujeron nuevas prácticas económicas que favorecieron a los comerciantes y comerciantes árabes. Esto podría afectar negativamente a la economía y los medios de vida locales, generando descontento entre la población rural.
4. Barreras culturales y lingüísticas: Los árabes hablaban árabe, mientras que muchas comunidades rurales tenían diferentes lenguas nativas. Esta barrera del idioma podría crear dificultades en la comunicación y la comprensión, tensando aún más las relaciones entre los conquistadores y los conquistados.
5. Impuestos y trabajo forzoso: El dominio árabe a menudo implicó la imposición de nuevos impuestos y demandas de trabajo forzoso. Estas cargas podrían resultar onerosas para la población rural y generar resentimiento y resistencia contra los nuevos gobernantes.
6. Desigualdades sociales y políticas: La conquista árabe a veces resultó en el establecimiento de una jerarquía social que privilegiaba a los árabes y marginaba a las élites locales o a las poblaciones indígenas. Esto podría generar resentimiento y conflicto entre diferentes grupos sociales.
Es importante señalar que si bien hubo casos de resistencia, también hubo períodos de cooperación y adaptación entre los gobernantes árabes y las comunidades locales. El impacto a largo plazo y la aceptación del dominio árabe variaron según las diferentes regiones y dependieron de diversos factores, como las estructuras políticas y sociales existentes, las políticas implementadas por los gobernantes árabes y la respuesta de la población local.