La Declaración de Derechos fue propuesta por el Primer Congreso en 1789 y ratificada por los estados en 1791. Originalmente tenía como objetivo proteger a los ciudadanos del poder del gobierno federal, pero desde entonces se ha interpretado que también se aplica a las acciones de los gobiernos estatales.
La Declaración de Derechos es una parte importante de la Constitución estadounidense y ha ayudado a proteger los derechos y libertades de los ciudadanos durante más de 200 años.