En la década de 1930, también existía una fuerte creencia de que las mujeres eran inferiores a los hombres. Esto se reflejó en la cultura popular, como las películas y los anuncios. Por ejemplo, las películas a menudo retrataban a las mujeres como débiles y emocionales, mientras que los anuncios mostraban a las mujeres como las principales responsables de las tareas domésticas y el cuidado de los niños.
El sexismo de la década de 1930 tuvo un impacto significativo en la vida de las mujeres. Las mujeres a menudo quedaban atrapadas en empleos mal remunerados y se les negaba la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. Este sexismo también dificultaba que las mujeres se ganaran el respeto de sus homólogos masculinos.
Sin embargo, hubo algunos signos de progreso en la década de 1930. El New Deal proporcionó cierto alivio económico a las mujeres y el movimiento por el sufragio ayudó a crear conciencia sobre los derechos de las mujeres. Además, algunas mujeres comenzaron a desafiar los roles de género tradicionales que se esperaba que cumplieran. Estos desafíos sentaron las bases para el movimiento de mujeres de los años 1960 y 1970.
A pesar del progreso que se ha logrado, el sexismo todavía existe hoy en Estados Unidos. Sin embargo, el sexismo de la década de 1930 era un tipo de sexismo muy diferente al sexismo que vemos hoy. En la década de 1930, el sexismo era más abierto e institucionalizado. Hoy en día, el sexismo es más sutil y a menudo opera a nivel subconsciente. Esto hace que sea más difícil de identificar y combatir.