Los Hatfield y los McCoy eran dos familias prominentes que estuvieron involucradas en una disputa de larga data en la región de los Apalaches de los Estados Unidos. La disputa comenzó a finales del siglo XVIII y duró varias décadas.
Orígenes de la disputa
Se cree que la disputa comenzó por una disputa de tierras entre dos miembros de las familias Hatfield y McCoy. En 1782, John Hatfield y Randolph McCoy discutieron sobre un cerdo que habían matado en la propiedad de Hatfield. La discusión se intensificó y Hatfield disparó y mató a McCoy. Este incidente provocó una serie de ataques de represalia entre las dos familias.
La disputa se intensifica
Durante las siguientes décadas, la disputa entre los Hatfield y los McCoy se intensificó. Ambas familias participaron en redadas, emboscadas y otros actos violentos entre sí. La disputa se volvió tan sangrienta que atrajo la atención del gobierno federal. En 1884, el presidente Chester A. Arthur envió un destacamento de alguaciles estadounidenses a la región para intentar sofocar la violencia.
El fin de la disputa
La disputa finalmente llegó a su fin en 1891, cuando los gobernadores de Kentucky y Virginia Occidental emitieron una proclama conjunta pidiendo un alto el fuego. La proclamación tuvo éxito y los Hatfield y McCoy acordaron dejar de pelear. La disputa duró más de 100 años y se cobró la vida de decenas de personas.
El legado de la disputa
La disputa entre Hatfields y McCoys se ha convertido en una de las más famosas de la historia de Estados Unidos. Ha sido objeto de numerosos libros, películas y programas de televisión. La disputa también se ha utilizado como metáfora de otros conflictos, como la rivalidad entre el Norte y el Sur durante la Guerra Civil.
Actualidad
Hoy en día, los Hatfield y los McCoy han dejado de lado en gran medida sus diferencias. Los miembros de ambas familias se han casado entre sí y ya no existen enemistades activas entre las dos familias. Sin embargo, la disputa ha dejado un legado duradero en la región de los Apalaches. Los Hatfield y los McCoy todavía son recordados como dos de las familias más poderosas e influyentes de la región, y su enemistad sigue siendo parte del folclore local.