Las comisiones de redistribución de distritos suelen tener una membresía diversa, que incluye personas de diferentes tendencias políticas, edades, razas y ocupaciones. Los miembros suelen ser seleccionados mediante un proceso no partidista, como una lotería o un proceso de solicitud.
El objetivo de las comisiones de redistribución de distritos es crear distritos electorales que sean aproximadamente iguales en población y que respeten la Ley de Derecho al Voto de 1965, que prohíbe la discriminación contra los votantes minoritarios. Las comisiones de redistribución de distritos también consideran factores como las comunidades de intereses, los límites geográficos y la competitividad de las elecciones.
Las comisiones de redistribución de distritos son un fenómeno relativamente nuevo, pero se han vuelto cada vez más populares en los últimos años como una forma de abordar las preocupaciones sobre la manipulación partidista, la práctica de trazar distritos electorales de una manera que favorece a un partido político sobre otro.