La colonia de Connecticut fue una de las más exitosas de las colonias de Nueva Inglaterra. Creció rápidamente y se convirtió en un próspero centro de comercio y comercio. La colonia también fue líder en educación y libertad religiosa. En 1662, Connecticut adoptó una constitución que garantizaba los derechos básicos a todos los ciudadanos, independientemente de sus creencias religiosas.
La colonia de Connecticut jugó un papel importante en la Revolución Americana. Fue una de las primeras colonias en declarar su independencia de Gran Bretaña y proporcionó tropas y suministros al Ejército Continental. Después de la guerra, Connecticut se convirtió en uno de los 13 estados originales de los Estados Unidos.