En cuanto a la abolición de la esclavitud, Lincoln emitió la Proclamación de Emancipación el 1 de enero de 1863, que declaraba libres a todos los esclavos de los estados confederados. Esta declaración allanó el camino para la 13ª Enmienda, que abolió la esclavitud en todo Estados Unidos, y fue ratificada en diciembre de 1865, tras el asesinato de Lincoln.
Lincoln también impulsó las Leyes de Reconstrucción de 1867, cuyo objetivo era proteger los derechos de los antiguos esclavos y ayudar al Sur durante este período de transición. Esto implicó la ocupación militar del Sur y el establecimiento de gobiernos estatales controlados por antiguos esclavos y leales al Norte.
En términos de reunificación, Lincoln pretendía reconstruir y reunificar la nación y evitar un distanciamiento a largo plazo entre el Norte y el Sur. Su enfoque se centró en curar las heridas de la guerra, la reconciliación y la reintegración de los estados del sur a la Unión.
Lincoln pretendía crear una sociedad de posguerra basada en la igualdad, la justicia y la armonía. Su objetivo era unir al país nuevamente, como una unión más fuerte.