La causa principal de la Guerra Civil fue la cuestión de la esclavitud. Los estados del sur eran en gran medida agrarios y dependían en gran medida del trabajo esclavo para sostener su economía de plantación. Los estados del norte, por otro lado, estaban más industrializados y tenían un creciente movimiento contra la esclavitud. La expansión de la esclavitud a nuevos territorios, como Kansas y Nebraska, así como las leyes sobre esclavos fugitivos que exigían que los estados del Norte devolvieran a los esclavos fugitivos a sus dueños del Sur, alimentaron las tensiones y se convirtieron en un foco de conflicto.
Derechos de los Estados y autoridad federal:
Otro factor clave fue el debate sobre los derechos de los estados versus la autoridad federal. Los estados del sur abogaron por mayores derechos y autonomía en la gestión de sus asuntos internos, incluida la institución de la esclavitud. Les molestaba lo que percibían como una extralimitación federal y una infracción de su soberanía. Los estados del norte, por otro lado, creían que el gobierno federal tenía autoridad para regular el comercio interestatal, proteger los derechos individuales y hacer cumplir las leyes federales, incluidas las relacionadas con la esclavitud.
Diferencias económicas y políticas:
El Norte y el Sur también tenían sistemas económicos y políticos distintos. La economía del Norte estaba más diversificada, impulsada por la manufactura, el comercio y el comercio. El Sur, como se mencionó anteriormente, dependía en gran medida de la agricultura y el trabajo esclavo. Estas diferencias económicas llevaron a opiniones e intereses políticos divergentes. Los estados del norte en general favorecieron políticas que apoyaran el desarrollo industrial, las mejoras de infraestructura y la expansión del papel del gobierno federal en la economía. Los estados del sur prefirieron políticas que protegieran sus intereses agrícolas y mantuvieran su forma de vida.
Diferencias culturales y sociales:
El Norte y el Sur también diferían significativamente en sus normas sociales y culturales. Los estados del norte tenían una población más diversa y una tradición de movimientos de reforma social, incluido el abolicionismo y el sufragio femenino. Los estados del sur, por otro lado, tenían una población más homogénea, con una jerarquía social rígida y valores patriarcales. Estas diferencias culturales exacerbaron aún más las tensiones políticas y económicas entre las dos regiones.