Pérdida de vidas: La Guerra Civil fue el conflicto más mortífero en la historia de Estados Unidos, con más de 620.000 soldados muertos. Esta cifra es comparable al número total de estadounidenses que murieron en todas las demás guerras combinadas, desde la Guerra Revolucionaria hasta la actualidad.
Heridas: Muchos más soldados resultaron heridos que muertos en la Guerra Civil. Algunas de estas heridas fueron menores, mientras que otras fueron graves y debilitantes. Muchos soldados perdieron extremidades o quedaron paralizados.
Enfermedad: Las enfermedades fueron una de las principales causas de muerte durante la Guerra Civil. Los soldados a menudo estaban expuestos a condiciones insalubres, lo que los hacía susceptibles a enfermedades como la fiebre tifoidea, la disentería y la viruela.
Condiciones carcelarias: Los prisioneros de guerra a menudo estaban recluidos en condiciones de hacinamiento e insalubres. A menudo les daban comida y agua insuficientes y a menudo los sometían a torturas.
Perturbación económica: La Guerra Civil provocó una perturbación económica generalizada. La economía del Sur se vio particularmente afectada, ya que la guerra destruyó gran parte de su infraestructura y su economía se basó en la esclavitud.
Agitación social: La Guerra Civil también provocó una importante agitación social. Las familias quedaron destrozadas, ya que maridos e hijos estaban en guerra. A menudo se dejaba que las mujeres administraran solas las granjas y los negocios. La guerra también provocó un aumento de las tensiones raciales, ya que muchos afroamericanos lucharon para el Ejército de la Unión y se liberaron de la esclavitud.
Las penurias sufridas por ambos bandos durante la Guerra Civil fueron enormes. La guerra tuvo un profundo impacto en Estados Unidos y sus efectos todavía se sienten hoy.