Sin embargo, los vikingos no desaparecieron después de 1066. Continuaron atacando y estableciéndose en varias partes de Europa y el Atlántico Norte durante varios siglos más. Por ejemplo, los vikingos fundaron el Reino de Dublín en Irlanda en el siglo IX y continuaron atacando y estableciéndose en Islandia, Groenlandia y las Islas Feroe hasta el siglo XV. La última incursión vikinga conocida fue en 1343, cuando un grupo de vikingos atacó la ciudad de Southampton en Inglaterra.
Entonces, aunque la era vikinga terminó oficialmente en 1066, los vikingos continuaron existiendo y atacando durante varios siglos más.