Nuevo Territorio y Expansión: Los españoles también estaban impulsados por el deseo de expandir sus territorios y aumentar su poder e influencia. Vieron América del Norte como una oportunidad para establecer nuevas colonias, difundir su fe católica y hacerse con el control de nuevos recursos y rutas comerciales.
Aventura y Exploración: Algunos conquistadores estaban motivados por un espíritu de aventura y una sed de exploración. Estaban intrigados por las tierras desconocidas y deseosos de descubrir nuevas culturas, pueblos y paisajes.
Conversión religiosa: Los españoles también tenían la misión de difundir el catolicismo y convertir al cristianismo a los pueblos indígenas que encontraban. Creían que sus creencias religiosas eran superiores y buscaron convertir a las poblaciones nativas a su fe.
Buscando un paso del noroeste: Algunos exploradores españoles estaban interesados en encontrar un Paso del Noroeste, una hipotética ruta marítima que conectaría los océanos Atlántico y Pacífico a través de América del Norte. Esto habría permitido una ruta comercial más corta y directa entre Europa y Asia.
Fuente de la Juventud: Algunos conquistadores se dejaron llevar por leyendas e historias sobre la Fuente de la Juventud, un manantial mítico que se decía devolvía la juventud a cualquiera que bebiera su agua. Creían que encontrar esta fuente legendaria les otorgaría la inmortalidad.
Si bien estas fueron las principales motivaciones de los conquistadores españoles para explorar América del Norte, es importante señalar que los exploradores individuales pueden haber tenido razones diferentes o adicionales para participar en estas expediciones.