- La Batalla de White Plains se libró el 28 de octubre de 1776, durante la Guerra Revolucionaria Americana entre el Ejército Continental al mando del General George Washington y el Ejército Británico al mando del General William Howe.
- La batalla fue parte de la campaña británica para capturar la ciudad de Nueva York, que había sido la capital de las Trece Colonias desde 1775.
- Howe ya había obtenido victorias en la Batalla de Long Island y la Batalla de Kips Bay, y ahora se estaba preparando para cruzar el río Harlem y atacar la isla de Manhattan.
La batalla
- Washington había posicionado su ejército en un terreno elevado que dominaba el río Harlem, con la intención de impedir el cruce de Howe.
- Howe, sin embargo, decidió realizar una maniobra de flanqueo y desembarcó sus tropas en Throg's Neck, una península al este de White Plains.
- Washington se vio obligado a movilizar su ejército para hacer frente a esta nueva amenaza, y se produjeron una serie de escaramuzas.
- La batalla finalmente terminó en un punto muerto, con ambos bandos retirándose del campo.
Consecuencias
- La Batalla de White Plains no tuvo consecuencias estratégicas inmediatas, pero sí un impacto significativo en la moral de ambos ejércitos.
- Para los estadounidenses, la batalla fue una inyección de moral, ya que por primera vez pudieron defenderse de los británicos en una batalla importante.
- Para los británicos, la batalla fue una decepción, ya que no habían logrado su objetivo de capturar la ciudad de Nueva York.
- La batalla también llevó a Washington a tomar una decisión difícil:seguir luchando en el área de Nueva York o retirarse y reagruparse.
- Al final, Washington decidió retirarse y el ejército continental cruzó el río Hudson hacia Nueva Jersey.
Conclusión
- La Batalla de White Plains fue un punto de inflexión en la Guerra Revolucionaria Americana.
- Marcó el final del intento estadounidense de defender la ciudad de Nueva York y condujo a la ocupación británica de la ciudad durante el resto de la guerra.
- La batalla también demostró la creciente fuerza del Ejército Continental y dio a los estadounidenses la esperanza de que finalmente podrían ganar la guerra.