1. Independencia cubana
La principal causa de la guerra hispanoamericana fue la lucha de Cuba por la independencia de España. Desde la Guerra de los Diez Años (1868-1878), Cuba se había rebelado intermitentemente contra el colonialismo español y Estados Unidos tenía importantes intereses económicos en la isla, incluidas plantaciones de azúcar y otros negocios. La opinión pública estadounidense simpatizaba cada vez más con la causa cubana, especialmente después de la publicación en 1895 de "The Maine" del periodista estadounidense Richard Harding Davis, que describía la brutal represión española de la rebelión cubana en curso.
2. Periodismo Amarillo
El periodismo amarillista, que era un tipo de información sensacionalista y sesgada por parte de los periódicos estadounidenses, jugó un papel importante a la hora de alimentar el apoyo público a la guerra con España. Editores notables como Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst participaron en una feroz competencia para aumentar la circulación, frecuentemente exagerando e inventando historias sobre las atrocidades españolas en Cuba. Estos informes sensacionalistas aumentaron aún más las tensiones entre Estados Unidos y España.
3. Carta de Lôme
En febrero de 1898, el ministro español en Estados Unidos, Enrique Dupuy de Lôme, escribió una carta privada a un amigo en Cuba. La carta criticaba al presidente William McKinley y lo acusaba de ser débil y complacer a la prensa. La carta fue interceptada y publicada por el New York Journal, lo que enardeció aún más a la opinión pública en Estados Unidos.
4. El hundimiento del USS Maine
El 15 de febrero de 1898, el USS Maine, un acorazado estadounidense, explotó y se hundió misteriosamente en el puerto de La Habana, matando a 266 marineros estadounidenses. Si bien la causa exacta de la explosión sigue siendo un tema de debate, el incidente causó indignación en Estados Unidos y fue ampliamente atribuido a España. El lema "¡Recuerda el Maine!" se convirtió en un grito de guerra.
5. Intervención y Declaración de Guerra
A pesar de los esfuerzos del presidente McKinley por resolver la situación pacíficamente, la presión pública y un creciente sentido del honor nacional empujaron a Estados Unidos hacia la guerra. El 20 de abril de 1898, McKinley lanzó un ultimátum a España exigiendo que aceptara la independencia de Cuba y negociara el fin del conflicto. España rechazó el ultimátum, lo que llevó al presidente McKinley a pedir al Congreso una declaración de guerra. El 25 de abril de 1898, Estados Unidos declaró la guerra a España, marcando el comienzo de la Guerra Hispanoamericana.