Para atraer al Ejército de la Unión del Potomac a una batalla en términos favorables: Lee se había sentido frustrado por su incapacidad para derrotar al ejército de la Unión en una batalla decisiva en suelo de Virginia. Creía que al trasladarse a Pensilvania, podría atraer al ejército de la Unión a una batalla en terreno abierto, donde podría utilizar su caballería y artillería a su favor.
Para capturar suministros y recursos de la Unión: El ejército de Lee estaba gravemente agotado en términos de suministros y recursos, y esperaba reponerlos atacando los depósitos y ciudades de la Unión en Pensilvania.
Para amenazar a Washington D.C.: Al trasladar su ejército cerca de la capital del país, Lee esperaba crear una sensación de pánico e incertidumbre en el gobierno y el público de la Unión. Creía que esto podría conducir a un debilitamiento de la determinación de la Unión y de la voluntad de negociar un tratado de paz.
Para aumentar la moral del ejército confederado: El ejército de Lee había sufrido una serie de derrotas en la primavera de 1863 y creía que una incursión exitosa en Pensilvania podría elevar la moral de sus tropas y revitalizar la causa confederada.
Para desviar la atención de la Unión de otras operaciones confederadas: Lee esperaba que al atacar Pensilvania pudiera distraer al ejército de la Unión de otras amenazas potenciales, como una invasión confederada de Maryland o un ataque a la ciudad de Baltimore controlada por la Unión.