Barreras lingüísticas y culturales :Muchos mexicoamericanos no dominaban el inglés, lo que les dificultaba comunicar sus quejas de manera efectiva en los procedimientos legales. Esto planteó una barrera para presentar pruebas y defender sus derechos. Los malentendidos culturales y las diferencias en los sistemas legales obstaculizaron aún más sus esfuerzos por navegar el proceso legal.
Sesgo en el sistema jurídico :El sistema legal de los Estados Unidos durante esa época estuvo predominantemente influenciado por normas, valores y prejuicios anglosajones. Esto llevó a la discriminación contra los mexicoamericanos en los procedimientos judiciales. Los jueces, abogados y jurados anglosajones a menudo mostraban prejuicios contra los mexicoamericanos, lo que afectaba los resultados de sus disputas territoriales.
Recursos legales limitados :Los mexicoamericanos a menudo carecían de los medios económicos para contratar abogados competentes u obtener testigos expertos para respaldar sus casos. Este desequilibrio los dejó en desventaja en comparación con los anglos, que tenían mejor acceso a representación y recursos legales.
Falta de documentación :Muchos mexicano-estadounidenses lucharon por presentar títulos de propiedad y documentación para respaldar sus reclamos, ya que la propiedad de sus tierras a menudo dependía de sistemas comunales tradicionales en lugar de títulos individuales. Los colonos anglosajones, por otra parte, tenían una documentación más sistemática y formal, lo que les daba una ventaja en los tribunales.
Interferencia política :En ciertos casos, las estructuras e influencias del poder político afectaron los resultados de los tribunales. Algunos anglos ocupaban posiciones de influencia en los gobiernos locales y podían ejercer presión sobre el sistema legal, socavando las posibilidades de que los mexicano-estadounidenses obtuvieran sentencias favorables.
Ausencia de protecciones legales :Los mexicoamericanos enfrentaron protecciones legales limitadas ante la invasión anglosajona de sus tierras. El Tratado de Guadalupe Hidalgo, si bien pretendía proteger los derechos territoriales de los mexicanos, a menudo fue ignorado o no se aplicó de manera efectiva, dejando a los mexicoamericanos vulnerables a la confiscación y desposesión de tierras.
Estos desafíos crearon obstáculos sistémicos para los mexicoamericanos que buscaban justicia en disputas de tierras, lo que convirtió en un proceso arduo y discriminatorio defender su propiedad legítima y reclamar sus tierras ancestrales.