2. Guerra submarina sin restricciones: La reanudación por parte de Alemania de la guerra submarina sin restricciones, dirigida contra buques mercantes sin previo aviso, planteó una amenaza significativa para el comercio y el transporte marítimo de Estados Unidos. Esto provocó un aumento de las tensiones y los incidentes entre Alemania y Estados Unidos.
3. Agresión alemana en Europa: Estados Unidos estaba cada vez más preocupado por las acciones agresivas de Alemania en Europa, incluida la invasión y ocupación de varios países. Estados Unidos temía que el expansionismo y el poder militar de Alemania pudieran representar una amenaza directa para Estados Unidos y sus intereses.
4. Sentimiento aislacionista: Aunque Estados Unidos adoptó inicialmente una política de aislacionismo, la opinión pública gradualmente se inclinó hacia el apoyo a la participación en la guerra a medida que las noticias sobre las atrocidades cometidas por las potencias del Eje se hicieron más conocidas. El público estadounidense se preocupó cada vez más por las implicaciones humanitarias y la amenaza potencial a la democracia.
5. Programa de préstamo y arrendamiento: Estados Unidos ya había estado brindando ayuda a los aliados a través del programa Préstamo y Arrendamiento, pero el ataque a Pearl Harbor aceleró este apoyo. El suministro de equipo militar, suministros y ayuda financiera a los aliados, particularmente a Gran Bretaña, aumentó la participación de Estados Unidos en la guerra.
6. Fracasos diplomáticos y ultimátums: A pesar de los intentos de diplomacia y negociaciones, la falta de voluntad de Alemania para llegar a un compromiso o detener sus acciones agresivas llevó al fracaso de los esfuerzos diplomáticos. Los ultimátum emitidos por Estados Unidos, exigiendo el fin de la guerra submarina sin restricciones y la retirada de las fuerzas alemanas de los territorios ocupados, encontraron resistencia.
7. Influencia de la opinión pública: La opinión pública en los Estados Unidos jugó un papel importante en la configuración de la toma de decisiones del gobierno. A medida que avanzaba la guerra, hubo un apoyo creciente a la participación directa de Estados Unidos para defender los valores democráticos y prevenir la propagación del totalitarismo.
Estos factores se combinaron para llevar a Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, cambiando el equilibrio de poder y, en última instancia, contribuyendo a la victoria aliada en 1945.