Además de la pérdida de tierras y recursos, los nativos americanos también enfrentaron trastornos culturales y sociales. Sus formas de vida tradicionales se vieron alteradas y se vieron obligados a adoptar nuevas formas de vida. Muchos nativos americanos se vieron obligados a convertirse al cristianismo y abandonar sus creencias religiosas tradicionales. También fueron objeto de discriminación y prejuicios por parte de los colonos blancos.
La expansión de Estados Unidos hacia Occidente tuvo un profundo impacto en las tribus nativas americanas. Condujo a la pérdida de tierras, recursos, cultura y vidas. Los nativos americanos todavía sienten los efectos de esta expansión en la actualidad.