Otra debilidad fue la falta de España de una base industrial fuerte. La economía española era principalmente agrícola y dependía de las importaciones de muchos productos manufacturados. Esto dificultó que España produjera las armas y los suministros necesarios para sostener una guerra larga. Estados Unidos, por otro lado, tenía una fuerte base industrial y pudo producir rápidamente el material de guerra necesario.
España también sufrió inestabilidad política interna y falta de unidad. El país estaba dividido entre quienes apoyaban la guerra y quienes se oponían a ella. Esta división debilitó la capacidad de España para proseguir eficazmente la guerra. Estados Unidos, por otro lado, se mostró unido en su apoyo a la guerra y pudo movilizar sus recursos de manera más efectiva.
Además, las colonias de España estaban distribuidas en una vasta área, lo que dificultaba a los españoles defenderlas todas. Estados Unidos pudo aprovechar esta debilidad atacando múltiples colonias simultáneamente, sobrepasando las defensas españolas.
En resumen, la anticuada armada de España, su débil base industrial, sus divisiones internas y la naturaleza dispersa de sus colonias fueron debilidades importantes que contribuyeron a su derrota en la guerra hispanoamericana.