Durante la Restauración Meiji, Japón se propuso modernizar y occidentalizar su sociedad. Con ese fin, el gobierno se embarcó en una serie de cambios sustanciales que tenían como objetivo remodelar varios aspectos de la vida japonesa, incluidos, entre otros:
1. Centralización del poder :El gobierno Meiji buscó centralizar el poder estableciendo una autoridad central fuerte y aboliendo el sistema feudal tradicional.
2. Occidentalización y modernización :El gobierno promovió activamente la adopción de tecnología, conocimientos e instituciones occidentales en diversos campos como la industria, la educación y el ejército con el objetivo de ponerse al día con los estándares de modernización global y competir en el escenario global.
3. Abolir el feudalismo :Se desmanteló el sistema feudal con su rígida jerarquía social y división territorial. Japón adoptó un código civil moderno y un nuevo sistema de propiedad de la tierra, liberando recursos y reduciendo la desigualdad social.
4. Fomentar el emprendimiento y la industrialización :El gobierno apoyó activamente el desarrollo de las industrias nacionales, brindando asistencia financiera y técnica a las empresas, creando así una base industrial más sólida.
5. Aumentar la fuerza militar :El gobierno entendió que se necesitaba un ejército fuerte para una nación próspera. Japón reconstruyó su ejército, se centró particularmente en adoptar armamento moderno y estrategias de entrenamiento, e implementó el servicio militar obligatorio para los hombres jóvenes.
Estas reformas tenían como objetivo transformar a Japón en una nación poderosa y unificada que pudiera competir con los imperios occidentales.