Halifax afirmó que el apaciguamiento era la política correcta porque creía que era necesario evitar la guerra con Alemania. Sostuvo que Alemania era un país poderoso y que sería desastroso para Gran Bretaña verse arrastrada a un conflicto con ella. También creía que al apaciguar a Alemania, Gran Bretaña podría mejorar sus relaciones con el país y eventualmente llegar a un acuerdo que garantizaría la paz.
Además, Halifax creía que la guerra sería muy destructiva y que causaría daños irreparables a Europa y al estilo de vida británico. También creía que el apaciguamiento estaba moralmente justificado porque evitaría el derramamiento de sangre de la guerra.