2) El comercio también puede ayudar a los países a especializarse en la producción de bienes y servicios que son más eficientes en producir. Esto puede conducir a una mayor productividad y crecimiento económico. Por ejemplo, un país que tiene una ventaja comparativa en la producción de productos agrícolas puede optar por especializarse en agricultura y exportar sus productos agrícolas a otros países a cambio de bienes manufacturados.
3) El comercio también puede conducir a una mayor competencia e innovación. Cuando los países compiten entre sí en el mercado global, se ven obligados a innovar y mejorar sus productos y servicios para seguir siendo competitivos. Esto puede conducir a un crecimiento económico más rápido y a una mayor elección de los consumidores.
4) El comercio también puede ayudar a promover la paz y la cooperación entre países. Cuando los países comercian entre sí, se vuelven más interdependientes económicamente, lo que puede desincentivar el conflicto. Por ejemplo, dos países que dependen en gran medida el uno del otro para el comercio tienen menos probabilidades de entrar en guerra porque ambos sufrirían económicamente si se perturbara el comercio.