- La batalla demostró la vulnerabilidad de los portaaviones.
- Los japoneses perdieron varios comandantes navales y tripulantes clave que no pudieron ser reemplazados fácilmente. También se perdieron muchos pilotos expertos.
- El avance japonés hacia el sur quedó temporalmente en suspenso mientras se reagrupaban, lo que dio a los aliados un tiempo precioso.
Japón nunca se recuperó por completo y posteriormente sufrió otras derrotas hasta su eventual rendición.