Según la novela, el Estado Mundial surgió después de un conflicto global conocido como la Guerra de los Nueve Años. Se dice que esta guerra catastrófica causó una gran destrucción y colapso social. Los supervivientes de la guerra se unieron para crear un nuevo orden que evitara que semejante catástrofe volviera a ocurrir.
Este nuevo orden, el Estado Mundial, se estructuró en torno a los principios de producción en masa, control social extremo y manipulación genética. Los líderes del Estado Mundial creían que diseñando meticulosamente la sociedad podrían eliminar todos los aspectos negativos de la naturaleza humana, como la violencia, la competencia y el deseo de libertad.
El Estado Mundial estaba dividido en varios centros regionales, cada uno gobernado por un Controlador Mundial. Estos controladores eran responsables de mantener la estabilidad social, garantizar la eficiencia económica y suprimir cualquier forma de disidencia. Para lograrlo, emplearon varios métodos, incluidas técnicas avanzadas de condicionamiento, propaganda constante y control sistemático sobre la vida de los individuos.
La formación del Estado Mundial, como se describe en la novela, es el resultado de un deseo de orden, estabilidad y control en respuesta al caos y la devastación causados por la Guerra de los Nueve Años. Es una advertencia sobre los peligros potenciales de los regímenes autoritarios y la pérdida de libertad y autonomía individuales en la búsqueda de una sociedad perfectamente organizada.